11 may 2015

Volcán Quetrupillan


Una de las maravillas de la naturaleza que no dejan de sorprenderme son los volcanes. -Claro, esto ahora que los conozco muy de frente-
Simplemente el imaginar, - pues nunca he visto uno- ; imaginar como expulsa lava, piedras, ceniza y humo... Solo Hollywood me ha mostrado algo parecido, y ahora que estoy frente a uno a pesar que solo puedo ver el humo y en las noches un brillo psicodelico de color anaranjado rojizo, me doy cuenta de lo impresionante y poderoso que es un volcán.



Hace unos días tuve la oportunidad de ir a uno de los mas de 2000 volcanes que existen en Chile. Sí, leyeron bien, no fue error de dedo. Más de dos mil volcanes, entre los cuales se encuentran los mas activos de sudamerica. Este volcán no está activo, no tiene un brillo nocturno, no arroja piedras envueltas en llamas y lava volcánica, pero sigue siendo volcán a 2380 m.s.n.m.

Gracias a que trabajo en un hostal; "Hostal el refugio" en Pucón, tengo la casi obligación de ir a todas las atracciones turísticas para así poder ofrecerlas en un futuro. Y bueno, ya me tocaba.
Todo comenzó a las 6:00am; en realidad desde la noche anterior gracias a que obtuve el patrocinio para la comida de un buen amigo periodista, así que preparé unas buenas y nutritivas "tortas de jamón".


Del hostal eramos cuatro, tres holandeses y yo. A las 6:30am puntuales tocan el timbre que para nada es lindo de escuchar a esas horas. -Eran nuestros guías al volcán-.
Fuimos por mas pasajeros y finalmente a tomar nuestro equipo para el ascenso.
Nos entregaron una mochila, con campera, pantalones y polainas para nieve, guantes, crampones, pico y casco. Ademas incluía un pañal para nieve y un artefacto para deslizarse cuesta abajo.
Ya con el equipo y listos, algunos aun medio dormidos, partimos en nuestro viaje de una hora para llegar a la base del volcán.
Cuando llegamos la luna brillaba intensamene y alumbraba con calma el bosque a los pies del volcán.
Empezamos el ascenso caminando "lento y contento"; nos esperaban 5 horas de ascenso y unas 3 o 4 mas para bajar.

No pasó mucho tiempo cuando se empezó a notar la fuerza del grupo, este era conformado por 2 guías y 9 pasajeros, incluyéndome. Así que íbamos a un buen paso, nos deteníamos en algunos puntos para observar la fauna y la flora del lugar, beber agua y descansar.
Después de 2 horas y media llegamos a la mitad del camino, estaba tan bien marcada la mitad fría y la mitad no tan fría del volcán que era como dar un salto hacia otro clima. Mientras nos aproximábamos a este punto se empezaba a ver el hielo en las orillas del camino, al llegar la vista era espectacular.
Ahí fue el primer descanso largo y comimos un poco. El viento era fuerte y muy helado. -Fué cuando pensé: - "Si aquí esta así, seguro que en la cima se me van a congelar los mocos." Nos abrigamos un poco más y continuamos. A partir de este punto el ascenso se hacía mas complicado y por primera vez en mi vida pisaba tanta nieve y hielo.


A partir de este punto se definieron los débiles de los fuertes, pero también aquí se hizo presente la fuerza de voluntad para lograr lo que uno se propone. Lento pero contentos seguimos avanzando en zigzag. La nieve que por el frío estaba congelada, provocaba que nuestros pasos fueran cada vez mas propensos a llevarnos un buen resbalón.

-Por momentos me sentí muy cómodo al pensar que era una montaña más pero a los pocos minutos reaccione y me dije: "Respeta a la montaña y deja de tomar fotos!!!" Pues el viento y el hielo no se llevan bien. Por poco pierdo el paso en varias ocasiones.-


Llegamos al punto en que el hielo era demasiado duro y nos detuvimos para colocarnos los crampones.
Me sentí tan poderoso pues ahora tenia el control sobre el hielo y no él sobre mi. Podía saltar y hasta correr, los pasos eran agigantados y era como adherirse al suelo.



Hubo momentos en que caminábamos en silencio. Solo se escuchaba el viento que entraba por los orificios del casco y emitía un sonido agudo, como el de el silbato de un bote a lo lejos. Los crampones penetrando el hielo era como si a cada paso alguien le diera un mordisco a un pan bien tostado.


Finalmente estábamos a menos de 20 metros de la cima y no me sentía cansado en lo absoluto, así que pedí permiso a los guías para salir de la linea y subir por otro lugar a un paso veloz... concedido.
Al llegar a la cima lo primero que observe a lo lejos era otro volcán, al darme la vuelta, otro volcán y para cada lado que volteaba se veían volcanes.

Y una vez mas; Ni yo contaba con mi astucia!

"Cada vida es una aventura y cada aventura es una vida... Así que juntemos nuestras aventuras y hagamos PURA VIDA"






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